La otoplastia es, hoy en día, una intervención de cirugía estética sencilla que nos permite “pegar” las orejas para corregir las denominadas «orejas de soplillo, en algunos casso para remodelar el cartílago que no se ha desarrollado ni se ha plegado correctamente o modificar el tamaño de la oreja.
Es una intervención que se suele realizar a pacientes jóvenes (se puede realizar desde los 6-8 años de edad si el caso lo requiere).y con buen estado de salud, lo que contribuye a que todo evolucione sin sobresaltos, por lo que es una operación con muy pocas contraindicaciones.
Ver Otoplastia. Las 3 operaciones de orejas más comunes
Pérdida de audición, uno de los riesgos que más preocupan a los pacientes
Cuando vienen a la consulta, a muchas personas les preocupa la posibilidad de perder audición tras esta cirugía. La otoplastia no cambia la ubicación de las orejas ni altera la capacidad para oír. Sólo se modifica la parte externa de las orejas (es decir, el pabellón auricular) pero no interviene en el canal auditivo, por lo que en principio el riesgo de pérdida de audición es prácticamente inexistente.
Aun así, cuando se modifica la concha de la oreja, la audición puede verse alterada. Por eso, antes de una intervención de otoplastia, el cirujano realizará un estudio de la anatomía del paciente para hacer una evaluación de su situación y tomar las medidas necesarias, reduciendo este riesgo al máximo.
Para más información sobre la opración de orejs puede leer este artículo: 7 Preguntas Frecuentes sobre la Otoplastia
Riesgos de la otoplastia
A pesar de que es muy poco habitual, como ocurre en cualquier intervención quirúrgica, en una otoplastia también existe la posibilidad de que ocurran una serie de complicaciones y riesgos, durante y tras la operación, que debemos tener en cuenta.
Y si bien la otoplastia es una cirugía muy segura y eficaz, lo primero y más importante para asegurarnos no tener problemas es elegir bien el cirujano, un cirujano titulado y con experiencia que te asesore, te ofrezca unas expectativas realistas y te garantice unos resultados satisfactorios bajo un entorno de seguridad y profesionalidad.
Algunos de los problemas, además de posibles riesgos derivados del uso de anestesia local o general, que pueden aparecer durante o tras una otoplastia son:.
- Hematoma o edema auricular. Puede deberse a la técnica de infiltración anestésica, produciendo sensación de tensión en las orejas. Esto puede suceder en los primeros días tras la cirugía, pero no suele necesitar tratamiento quirúrgico.
- Formación de cicatrices. Si bien las cicatrices son permanentes, en la gran mayoróia de casos quedan escondidas detrás de las orejas o dentro de los pliegues de las orejas. Si aparece tejido cicatricial, puede ser necesario intervenir el área con cirugía para eliminarlo.
- Sangrado excesivo. Durante o después de la intervención, el paciente puede sufrir sangrado a través de incisión o por una acumulación de sangre entre la piel y el cartílago. Es una complicación que se soluciona de manera sencilla. Los cirujanos prohíben al paciente tomar aspirinas o antiinflamatorios dos semanas antes de la intervención. A las personas hipertensas, con un mayor riesgo de sangrado, se les recomienda controlarse la tensión antes de la otoplastia.
- Infección. Aunque es poco probable, algunos pacientes pueden sufrir infecciones en la piel y en el cartílago o tener los puntos internos infectados tras la otoplastia. Este problema se soluciona con un tratamiento antibiótico bajo prescripción médica.
- Problemas con los puntos. Los puntos de sutura para afirmar la nueva forma de la oreja pueden salir hacia la superficie de la piel y, en ese caso, es necesario retirarlos. Esto puede causar la inflamación de la zona afectada de la piel.
- Reacción alérgica. Es posible tener una reacción alérgica a la tela adhesiva o a otros materiales usados durante o después del procedimiento.
- Complicaciones en la zona donante: Cuando es necesario tomar injertos de cartílago de la oreja contralateral, la nariz o el cartílago costal pueden producirse complicaciones en el lugar. El injerto tmabién puede reabsorberse total o parcialmente.
- Cambios en la sensibilidad de la piel. Durante la otoplastia, el reposicionamiento de las orejas puede afectar transitoriamente la sensibilidad en esa área. En casos excepcionales, los cambios de sensibilidad son permanentes.
A nivel estético los mayores riesgos son:
- Asimetría en la ubicación de las orejas. Esto puede ocurrir como resultado de los cambios durante el proceso de cicatrización. Además, es posible que la cirugía no logre corregir la asimetría preexistente.
- Recidiva: Es inusual, pero puede ocurrir que las orejas excesivamente proyectadas se vuelvan a despegar parcial o totalmente tras la cirugía.
- Sobrecorrección. La otoplastia puede crear contornos poco naturales que hacen que las orejas parezcan aplastadas.
Para evitar riesgos es importante hacer un buen postoperatorio, seguir las indicaciones del cirujano y realizar las visitas de seguimiento hasta el alta definitiva.
Postoperatorio de la otoplastia
La otoplastia es una cirugía con un post operatorio relativamente sencillo. Durante las primeras 24-48h el paciente debe llevar un vendaje especial, realizar reposo relativo y dormir boca arriba durante las primeras semanas con el cabecero elevado.
Tras estas 24-48 horas se sustituye el vendaje por una banda elástica, tipo diadema, que deberá llevar durante algunos días más. Cuando se retiran las vendas, ya observará un cambio en la apariencia de tus orejas. Estos cambios son permanentes.
Es importante evitar grandes esfuerzos o la práctica de deporte durante al menos 4 semanas.
De igual manera se recomienda dormir boca arriba las primeras semanas y sin hacer presión en ninguna de las orejas.
Algunos consejos médicos a seguir tras la otoplastia:
- Mantener una higiene correcta. El cirujano nos dirá cuando podemos lavar las cicatrices, primero con Betadine, y después con agua y jabón neutro, poniendo el máximo cuidado en no presionar la zona ni dañar los puntos. También es recomendable vigilar el aspecto y color de la cicatriz de acuerdo con las indicaciones del médico, para que no se produzca ninguna infección.
- No tomar medicamentos, tabaco y alcohol. Influyen de manera negativa en la cicatrización y recuperación en el postoperatorio de otoplastia, por lo que no deben tomarse durante las semanas posteriores a la intervención .
- Dormir boca arriba y con la cabeza elevada. Es muy importante dormir con la cabeza elevada por unas almohadas y boca arriba, teniendo cuidado de no apoyarse en la zona operada. Se puede usar una banda ancha, una vez eliminados los vendajes, pero sólo por un tiempo limitado.
- Reducir la actividad física eventuamente. Hay que tener cuidado con los movimientos y ejercicios que se realizan tras la intervención, especialmente en niños, porque se pueden abrir las cicatrices y hacer que la posición de la orejas varíe.
Siguiendo estos cuidado básicos el periodo de recuperación es muy corto, en 5 – 10 días el paciente puede hacer vida prácticamente normal.
En dos semanas, los resultados serán visibles, aunque pueden producirse pequeños cambios por desinflamación en las orejas durante un periodo de algunos meses.
Las operaciones de cirugía estética pueden crear falsas expectativas en los pacientes. Por mucho que se les explique en consulta, a veces estas expectativas se alejan de la realidad. Si finalmente la intervención no colma lo que esperaban de ella, ciertas personas se pueden desanimar. No dejes que eso te pase a ti o a tu pequeño: la otoplastia va a mejorar, sin duda, un problema estético muy visible como las orejas de soplillo o su tamaño, pero el objetivo de la cirugía es sobretodo corregir, no perfeccionar.
Ver Antes y después de una otoplastia. 4 casos
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