Rinoplastia secundaria. Qué es y Cómo se realiza

27.04.2024
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La rinoplastia secundaria o cirugía de revisión es la cirugía que se realiza para mejorar la forma y función de la nariz después de una cirugía de rinoplastia previa en la que no se ha conseguido un buen resultado o incluso ha empeorado respecto a la situación inicial.

La rinoplastia primaria se refiere a la cirugía nasal cuando la anatomía no ha sido alterada por cirugía previa, trauma o tratamientos, mientras que la secundaria es una rinoplastia para modificar o retocar lo que no quedo correcto en una primaria.

Principales motivos para realizar una rinoplastia secundaria:

La rinoplastia secundaria se debe realizar cuando surgen problemas con la rinoplastia primaria, con el proceso de cicatrización o cuando persisten algunos problemas estéticos o funcionales. En la mayoría de casos es el propio paciente el que explica lo que no le gusta o lo que le gustaría mejorar.

Normalmente, se realiza para solucionar las deformidades en el tabique que hayan podido quedar o en la forma externa de la pirámide nasal después de la intervención primaria. También, hay un elevado número de pacientes que se someten a esta cirugía debido a un exceso de resección de los cartílagos sienten que su capacidad respiratoria no ha mejorado, o incluso ha empeorado después de la operación.

Muchos de los casos que vemos se deben a un exceso de resección de los cartílagos, sino ha quedado cartílago residual en el tabique nasal debemos obtener material para injertar de fuera de la nariz: pabellón auricular o de la costilla.

  1. Mejora de la funcionalidad y la respiración nasal, que la primera rinoplastia no ha corregido.
  2. Mejora de la apariencia estática, que la primera rinoplastia no ha corregido.
  3. Corrección de secuelas estáticas y/o funcionales, aparecidas tras la primera rinoplastia

Problemas más frecuentes 

Generalmente actuamos sobre las deformidades que hayan podido quedar en el tabique o en la forma externa de la pirámide nasal. No es infrecuente que un paciente que se haya operado la nariz perciba que respira peor que previo a la cirugía. En otras ocasiones ya respiraba mal y nota que el problema no ha mejorado. Sobre la forma externa de la nariz nos encontramos con múltiples posibilidades como que la nariz no haya quedado simétrica, hundimientos del dorso, exceso de ángulo de la punta, colapso de los cartílagos nasales, puntas excesivamente estrechas y definidas, etc.

A veces las modas llevan a los pacientes a querer una nariz “poco natural” para su rostro.

En otras ocasiones , el cirujano puede no haber tenido en cuenta los deseos del paciente en su primera rinoplastia.

Personalmente, yo siempre aconsejo a mis pacientes que opten por resultados naturales que encajen a la perfección con la armonía de su rostro.

Rinoplastias secundarias para respirar mejor.

Una gran parte de las cirugías de revisión se realizan para corregir el  colapso valvular nasal de válvula externa e interna para poder mejorar la función ventilatoria. Normalmente se refuerzan las estructuras con injertos de cartílago. En otros casos hay que realizar una septoplastia secundaria para reparar desviaciones de tabique nasal que no fueron corregidas en la rinoplastia primaria. Una punta de la nariz caída y mal posicionada puede producir alteración importante de la forma de la nariz y dificultad respiratoria nasal y su reposicionamiento mediante una rinoplastia secundaria de punta nasal caida mejorará la forma de la nariz y la función.

Las causas de esta disfunción respiratoria pueden ser múltiples, pero la más recurrente es la falta de utilización de injertos para reconstruir las estructuras funcionales de la nariz.

Casi todos los casos con problemas respiratorios por una cirugía previa tienen en mi experiencia dos características comunes:

  1. La rinoplastia primaria se ha realizado sin utilizar injertos para la reconstrucción del dorso, la punta y fortalecimiento de las alas nasales, o sin preservación del dorso (solo factible en el 10-20% de pacientes).
  2. Los pacientes tenían intrínsecamente una debilidad de sus cartílagos que no ha sido reforzada con injertos de cartílago adicionales encargados de soportar sus nuevos cambios sin afectar a la función nasal.

Tamaño y forma de la nariz.

En la rinoplastia secundaria es muy frecuente modificar el volumen y forma de la nariz para darle más naturalidad. Dejar una nariz bien proporcionada le dará naturalidad al resultado.

Aunque mínimos defectos o asimetrías leves en la anatomía nasal son frecuentes e impredecibles tras una rinoplastia, la aparición de distintos defectos estéticos por cirugías en las que no se ha utilizado la técnica adecuada  es desafortunadamente una realidad (narices en sillas de montar, mutilación de los cartílagos alares, puntas muy caídas por ausencia se soporte, etc.)

Si en la cirugía primaria la resección de giba o dorso de la nariz fue insuficiente o se le realizó una resección de dorso exagerada, necesitaremos elevar el dorso nasal y reducirlo según el caso. La reducción se realiza con ultrasonidos, mientras que el aumento de dorso nasal es mucho más laborioso y requiere injertos de costilla.

Corrección del «brake point» de la nariz. Entre la punta y el dorso nasal Existen dos planos diferentes existe un ángulo sutil de elevación de la punta sobre el plano del dorso al que llamamos «brake point». Este ángulo se puede deformarse después de una rinoplastia primaria por lesión de los tejidos de soporte o por exceso de fibrosis. Cuando está alterado debemos reconstruirlo corrigiendo el soporte de la punta nasal, a la vez que ajustamos los tejidos blandos de cobertura y corregimos la fibrosis.

Una punta de la nariz caída y mal posicionada puede producir alteración importante de la forma de la nariz y dificultad respiratoria nasal. Esta deformidad se suele producir por una resección exagerada del tabique caudal y de cartílagos de la punta nasal. La punta de la nariz se eleva progresivamente acortándose la nariz y exponiendo los orificios nasales.

La rinoplastia secundaria de nariz corta es una de las técnicas más complicada. Y en los casos en los que existe mucha fibrosis y cicatriz de la rinoplastia primaria, la rinoplastia secundaria de alargamiento puede ser casi imposible.

Cuando en la primera rinoplastia no se han reducido las alas nasales de forma adecuada y tenemos que realizar una cirugía de alectomía para reducción de fosas nasales.

Muchos pacientes que precisan rinoplastias secundarias tienen los orificios nasales desproporcionados.  Unas veces hay que reducirlos y en otras hay que simetrizarlos.

Dificultades de la rinoplastia secundaria

La rinoplastia secundaria es una cirugía tan exigente que no todos los cirujanos la realizan.

La rinoplastia secundaria siempre es un procedimiento quirúrgico tan complejo y exigente que no todos los cirujanos la realizan. Se operan unos tejidos que ya han pasado por procesos inflamatorios y de consolidación, lo que hace que el despegamiento de los mismos sea laborioso y requiera de una técnica quirúrgica más precisa. La cantidad de técnicas que hay que saber manejar, desde la extracción del cartílago costal, su tallado, las técnicas de regeneración tisular asociadas, etc. es tan amplia que muchos cirujanos no la llevan a cabo.

Muchos pacientes presentan un exceso de resección de los cartílagos por lo necesitamos obtener material del propio paciente, si no quedado suficiente cartílago nasal,  para injertar de fuera de la nariz (pabellón auricular o de la costilla) y poder reconstruir algún tipo de defecto.

Además, existen limitaciones a la hora de reconstruir una nariz, entre las que podemos destacar:

  • Patología respiratoria con solución no quirúrgica como la rinitis y la falta de sensibilidad en las terminaciones táctiles de la nariz.
  • Lesión de la piel externa. El paciente presenta, debido a traumatismos o problemas de vascularización, cicatrices que afectan a las capas externas de la piel del paciente.
  • Cartílago muy osificado. No hace imposible la reconstrucción, pero puede a veces limitar los resultados.
  • Vascularización intrínseca de la piel y la pirámide nasal del paciente. Los resultados estarán limitados a la calidad de esta piel y vascularización

En el quirófano, en el transcurso de la intervención, es donde se evidencia el grado y extensión real de los problemas. Es habitual encontrar tejidos cicatriciales que dificultan la disección y el abordaje de los cartílagos y que mantienen la hinchazón post-operatoria durante más tiempo.

¿Qué complicaciones pueden tener las rinoplastias secundarias?

Como hemos visto, la rinoplastia secundaria es una intervención de alta complejidad quirúrgica y tiene que realizarse con gran precisión y mucho control de las maniobras quirúrgicas. Cualquier paso mal ejecutado afectará al resultado.

Las complicaciones más habituales de una rinoplastia secundaria son: fibrosis, callo óseo, colapso nasal, perforaciones de tabique, asimetrías y deformidades.

¿Cómo es la recuperación y evolución de una Rinoplastia Secundaria?

El postoperatorio de la Rinoplastia Secundaria es indoloro igual que en la rinoplastia primaria. Sólo cuando tomamos injertos de costilla, el paciente notará cierto dolor en el costado con algunos movimientos. Este dolor dura unos 10 días y depende, en gran medida, de la habilidad del cirujano para extraer el injerto con el mínimo daño de las estructuras que lo rodean.

En los primeros días tras la operación se aconseja no fumar, tener especial cuidado al ponerse las gafas y no usar lentillas hasta que lo indique el médico. Además, es importante no ingerir alcohol, evitar actividades que requieran contacto o esfuerzo físico e intentar hablar y gesticular lo menos posible.

Ver Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una rinoplastia

La recuperación es parecida a la de una cirugía primaria, a excepción de las heridas producidas para la obtención de cartílagos externos a la nariz. Por ello, en la mayoría de los casos el paciente, al contrario que en la operación primaria, queda ingresado en el hospital durante la primera noche tras la intervención.

El resultado estético y funcional de una rinoplastia secundaria se aprecia ya en los primeros 10 días después de la cirugía, pero el resultado final será visible cuando los tejidos se deshinchen.  Esto requiere más tiempo que en la rinoplastias primaria: unos 6 meses en la rinoplastia secundaria., frente a los 3 de  primaria. Además, el edema de una rinoplastia secundaria se puede prolongar más de 12 meses desde la operación.

En los primeros días tras la operación se aconseja no fumar, tener especial cuidado al ponerse las gafas y no usar lentillas hasta que lo indique el médico. Además, es importante no ingerir alcohol, evitar actividades que requieran contacto o esfuerzo físico e intentar hablar y gesticular lo menos posible.

La recuperación es parecida a la de una cirugía primaria, a excepción de las heridas producidas para la obtención de cartílagos externos a la nariz. Por ello, en la mayoría de los casos el paciente, al contrario que en la operación primaria, queda ingresado en el hospital durante la primera noche tras la intervención. A su vez, los procesos de cicatrización son más lentos y, generalmente, los resultados finales no son visibles hasta pasados varios meses.

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